EL BLOQUEO CREATIVO.
- Alicia Atencio
- 28 oct 2015
- 3 Min. de lectura

Ilustración: Oscar Ramos Orozco
Todas las personas en algún momento de sus vidas hemos experimentado bloqueos o parálisis intelectuales. Sin embargo, muy pocos sabemos cómo actuar ante estas situaciones que influyen emocional y profesionalmente.
Según Felipe, el personaje de Mafalda, memorable por su imposibilidad para hacer los deberes del colegio a tiempo, dice que "la voluntad debe ser la única cosa en el mundo que cuando está desinflada necesita que la pinchen". A mi modo de vivir y según lo aprendido de Felipe, los bloqueos están altamente relacionados con la voluntad de hacer las cosas, teniendo claro que “entre la palabra querer y tener existe una en mayúscula llamada HACER”.
La falta de voluntad a la hora de realizar un proyecto en donde no tenemos claro su inicio, transcurso y final, se siente algo así como un globo desinflado al que dan ganas de inflar con urgencia. Mientras tanto le damos vueltas durante semanas a una idea que nunca llevamos a la práctica.
En los estudiantes y profesionales de arquitectura, es bastante común que un bloqueo frene el proceso intelectual y creativo de un proyecto o cualquier actividad que esté relacionada. Constantemente exprimimos nuestra voluntad al máximo sin alimentarla de ciertas dosis necesarias, acabando con los recursos que la soportan. Asumimos que debe ser algo innato que simplemente debemos tener y hacer uso de ella.
Quienes han sufrido estas parálisis suelen pasar por frustración, culpa, autojustificación y tendencia a la procastinación. Es posible según mi humilde opinión observadora que la parálisis tenga mucho que ver con la baja autoestima, la poca tolerancia a la crítica, o sencillamente con la pereza.
Los 3 consejos como estudiante de arquitectura que puedo ofrecer y que me han funcionado ante estas situaciones son:
1. Ser tu propia porrista.
Date ánimo cada vez que te sientas en una posición de poca voluntad, afirma las capacidades que tienes y que te han ayudado a enfrentar cada problema de mayor envergadura, en pocas palabras, echarte flores sube el autoestima. Creerse capaz de hacer lo que se propone encenderá indiscutiblemente el motor de la voluntad.
2. Respira aires que te inspiren.
Recuerda que los arquitectos somos pasionales y para muchos de nosotros viajar simboliza un pinchazo a la creatividad, ya que las nuevas experiencias fortalecen el espíritu. Sin embargo, no es necesario ir al otro lado del mundo por una dosis que refresque tu espíritu, recuerda que cada momento y lugar es único según los ojos que ven. Disfruta y aprende de cada pequeña gran cosa.
3.Haz lo que te gusta.
A veces los bloqueos están relacionados con la poca afinidad que se tiene con la actividad.
La arquitectura es una profesión bastante amplia; siempre existirá algo en lo que no te sientes cómodo aunque ames tu profesión con locura.
Para contrarrestar este sentimiento puedes alinear la actividad con algo que te guste, en algunos casos se puede configurar con un área en la que te sientes cómodo. Si no es el caso, trabajar en tu lugar favorito y premiarte por cada avance que realices despertara la voluntad que existe en ti.
Nunca olvides que todo lo que hagas debe estar acompañado de una buena y positiva actitud, será esta la que te permita en momentos de bloqueo probar con diferentes estrategias hasta encontrar la que encienda tu voluntad. Sentir y saber que tienes una mala vibra es la alarma emocional que te indica que necesitas espacio para ti y descansar la mente.
Mis mejores y más positivas vibras para todos.
Ali.
Comments